Nació en Panamá, en la Isla de Taboga, el 6 de diciembre de 1882. Fueron sus padres el distinguido Sr. Fernando Oller Ponce, de origen cubano, y la distinguida panameña Sra. Manuelita Navarro Sáez. A la temprana edad de tres años, queda huérfano de madre, y al cuidado de su abuela materna Doña Antonia Sáez.
Inicia sus estudios primarios en la Isla de Taboga y los culmina, en la ciudad capital, en la Escuela de Varones de Santa Ana; cabe destacar que para esta época, el joven Oller es alumno del maestro Nicolás Pacheco. Realizó los estudios secundarios en el Colegio Balboa de los R.R.P.P. Escolapios, estudios interrumpidos por la guerra de los mil días.
En 1907 se inicia en la vida masónica, ingresando a la Respetable Logia Rosa de América Nº. 1. Dentro de la Masonería panameña e internacional recibió múltiples reconocimientos llegando a ocupar cargos importantes.
Se desempeñó como ayudante de contabilidad, en las oficinas de la compañía Pinel Hermanos. También laboró para la Darien Gold Mining Company, ingleses que explotaban las Minas de Cana, en la provincia del Darién, donde adquiere ideas sobre el negocio de minas y su desarrollo en Panamá. Fue Secretario General del Partido Liberal por muchos años.
Entre los múltiples cargos públicos que desempeñó, podemos mencionar: Concejal del Distrito Capital en 1910. Diputado Suplente de 1924 a 1928. Diputado Principal de 1928 a 1932. Sub-administrador de Rentas Internas del Ministerio de Hacienda y Tesoro, en 1951; este mismo año es nombrado Gerente de la Lotería Nacional de Beneficencia y Tesorero de la Cruz Roja Nacional, cabe destacar que este último cargo lo desempeña ad-honorem, por espacio de 17 años consecutivos, lo que demuestra el amor, dedicación y empeño de este patriota panameño. También ejerció como Jefe de la Sección de Planificación del Ministerio de Hacienda y Tesoro.
En cuanto a sus quehaceres literarios podemos decir que: En 1908, junto a Don Felipe Salabarría Mesa, publica, ”La Luciernaga”, expresión literaria con ribetes de crítica social. Para esta época nuestro poeta utiliza el seudónimo de Julio Viñas para firmar sus producciones literarias. De 1909 a 1913, dirige la Revista El Nivel, órgano vocero de las aspiraciones masónicas de la Logia La Rosa de América Nº. 1. Formó parte del grupo de intelectuales que, entre 1909 y 1910, publican el semanario El Nacional. Colaboró en la publicación de conocidas revistas como El Heraldo del Istmo, Nuevos Ritos, El Mundo y Variedades. Colaborador de años, de la Revista Cultural Lotería. Mantuvo la dirección del Boletín Masónico de Panamá del Supremo Consejo Nacional de Panamá, Grado 33. Fundó y dirigió, desde 1919 hasta 1969, la revista masónica La Fraternidad.
También colaboró en distintos periódicos de la localidad como en el Diario de Panamá (1915), la Democracia (1926) y El Tiempo (1928-1931). Tuvo, ocasionalmente, la columna Espacio para el Recuerdo en La Estrella de Panamá.
Su obra masónica fue inmensa, entre las que podemos mencionar: Monografía Masónica de Panamá (100 años de Masonería), Microbiografías de Masones Ilustres y del Convivio Panameño (Inédita), La Biblioteca Masónica Panameña, Educación Masónica, Historia del Supremo Consejo Nacional de Panamá, El Mandil Masónico, Libro Blanco - Orden de Constructores Masones (Sociedad Americanista), entre otras obras inéditas.
La mayor parte de su obra poética está reunida en SONATINAS, libro de versos dividido en cinco secciones, Páginas de Álbum, Matinales, Plenisolares, Del Jardín Interior y Vesperales; en total contiene 51 versos que manifiestan la belleza o sentimiento estético del poeta José Oller Navarro. Presiden los versos de Sonatinas, un Marginal del escritor y periodista español Ramón Pérez de Ayala, donde se refiere a la condición para llevar nombre de artista “que su obra exprese algo que él haya visto y sentido por primera vez.”, en otras palabras, el artista debe ser original, como en efecto lo es nuestro poeta José Oller Navarro; le sigue la dedicatoria, que es un verso de amor para su progenie, que considera como un inmenso rosal perfumado que se abriera a los cuatro vientos del cielo.
José Oller Navarro fue filósofo, poeta, escritor, periodista, orador, masón, historiador, político y sobre todo, gran padre y amigo. Así lo describe su hija, la Licenciada Rosario Oller de Sarasqueta: “De aparente poca fortaleza física por ser su figura delicada y esbelta y de poca estatura, mientras que dentro de ese frágil aspecto masculino ostenta una fuerte voluntad, un gran vigor moral y de todo un carácter definido y de una sola pieza de firme criterio progresista, filosóficamente abierto a todas las ideas sociales, religiosas, y demás está decirlo, por su alma de poeta, toda una gama de sensibles tonalidades sentimentales y humorísticas.”
En la historia de la masonería en Panamá, José Oller, aparece al lado de ilustres panameños como Guillermo Andreve, Carlos A. Mendoza y Manuel Espinosa. Murió en 1984 a la edad de 102 años.
Reseñas
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Portada de SONATINAS, libro de versos dividido en cinco secciones, Páginas de Álbum, Matinales, Plenisolares, Del Jardín Interior y Vesperales; en total contiene 51 versos que manifiestan la belleza o sentimiento estético del poeta José Oller Navarro.
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Marginal
“Ningún artista merecerá llevar nombre de artista sino con esta condición: que su obra exprese algo que él haya visto y sentido por primera vez. Y no importa que este algo haya sido visto y sentido antes, con tal de que él haya acertado a olvidarse de todo y en su alma lo haya visto y sentido por primera vez. La originalidad no reside en lo insólito de los temas sino en ver las cosas en su origen, en su virginidad, y sentirlas adentro de uno mismo penetrándole en la retirada morada del espíritu en donde reside lo que cada cual tiene de propiamente original…”
Ramón Pérez de Ayala.
Dedicatoria
Este libro, que es para mí como el agua cantarina, fresca y clara de un surtidor-palpitaciones sonoras del corazón- ¿a quién dedicarlo mejor que a mi progenie?
A ella va dedicado, con todas mis cerebraciones y toda mi emotividad; a ella que es como un inmenso rosal que se abriera, perfumado, a los cuatro vientos del cielo; a ella que es mi propia vida, que es la prolongación de mi ser sobre la tierra. . .
José Oller Navarro.
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