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Este rey mago Gaspar
que trae el oro de sus versos
para el Dios niño del Amor,
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tiene un corazón almibarado
y pensamientos tan diversos,
que lo consagran trovador.
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Yo le he visto ya viajar
sobre cansado dromedario,
bajo las miradas del sol;
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Y recargado de riquezas,
mudo alejarse y solitario
en pos de una vida mejor. . .
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De sus negros ojos de nabab
y de su boca de profeta,
hubo tesoros de ilusión:
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Era un rey mago poeta
que conllevaba con su oro
mirra e incienso del Dolor!
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A la memoria de Gaspar Octavio Hernández.
Del libro: Sonatinas
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