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Es mi anhelo morir en hora incierta,
cuando duerman las aves en el bosque
y se acalle el murmullo de la noche:
cuando cesen los ruidos de la tierra.
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Que preludios de insectos ya no vibren
ni el susurro del viento en la arboleda,
ni las hojas calladas se desprendan:
que no exhale Natura ni un gemido.
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Y es que anhelo silencio de un ignoto
mutismo de noches sin estrellas,
las sombras de un incógnito remoto:
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y que lejos así de la quimera
que me envuelve con ritmos y colores,
vuele a un mundo de eterna primavera!
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Del libro: Sonatinas
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