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Sí, todo terminó, todo ha acabado:
ensueños, esperanzas y ambiciones,
ya de aquellas lejanas ilusiones
el recuerdo tan sólo me ha quedado.
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En mis viejos jardines se han secado
las flores de mis hondas soñaciones,
y mi lira, de dulces vibraciones,
se ha sentido muy triste y se ha callado,
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Mas en todo crepúsculo que viene,
el alma se recoge y se detiene
en esa hora romántica e incierta,
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a pesar, bajo el duelo sumergida,
si es que quiere tornar hacia la vida,
o si quiere seguir viviendo muerta.
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Del libro: Retazos Líricos.
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