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I |
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Palabras de amor que entonas
con encendida pasión.
Dime si son voces tuyas
gritos de tu corazón. |
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Palabras, dulce consuelo
que pronuncias al mirarme.
¿Dime si son los hechizos
con que quieres fascinarme? |
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Ante tu amor encendido,
mi corazón se rindió. |
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II |
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Tuyo soy, no te resisto.
Embrujado por tus cantos
te entregué toda mi vida
y olvidé todos mis llantos. |
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III |
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Un mal día
con un perverso te vi,
no eran celos, si fue ira
lo que me hiciste sentir. |
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Y te aparté de mi lado
y en otro amor encontré
calma, sosiego y dulzura
lo que junto a ti no hallé. |
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Y fueron mis años mozos
ternura de blandos nidos.
Mi corazón lleno estaba
nunca lo sentí vacío.
Olvidando tus borrascas
serena paz encontré. |
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IV |
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Fueron pasando los años
de locura y de pasión,
Tú, derrochando la vida,
yo colmado de ilusión. |
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Ilusión bendita y santa
que en otro amor encontré
mis amores florecieron,
tú estéril, ingrata, infiel. . . |
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Nuestras vidas divergentes
nuestros destinos también. |
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Mis hijos fueron los brotes
de mi ternura y amor,
trasiego de nuevas dichas
colmaron mi corazón. |
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Mientras tanto, tú vivías
en perpetua soledad,
sin fijar rumbos de ensueños
amando la libertad. |
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V |
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Un día la hallaron muerta
por su descanso recé. |
Del libro: Belisario Porras (Poeta),
por Concha Peña.
Panamá, 1956.
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