|
|
|
|
Ahora amanece.
La luz, por fin, nos ha encontrado.
Tápate, estás desnuda.
|
¿Oyes? La gente.
Son la gente.
Seres despreciables.
Nos llaman.
Nosotros mismos nos llamamos.
Tú por tu nombre: la Fulana.
Yo por el mío: el Zutano.
|
Oh, gente despreciable, oh vida
maligna, odiosa.
Vístete ya, desayunemos,
orinemos.
¿Qué le vamos a hacer?
|
Del libro: Hacer la Paz, 1964.
Publicado en:
Revista Lotería, Edición Especial I – Octubre de 1998.
|
|
|
|
|
|
|