Participar
PanamáPoesía.com Símbolos PatriosSímbolos Patrios
Inicio Panamá en Poesía Poemas a la Patria Himnos Escolares Poesía Para Niños Páginas en Construcción Panamá en Historia Mapa de Panamá Acerca de Libro de Visitas Links

Melodías del pasado,
por Gaspar Octavio Hernández

De las canciones que adormecieron mi infancia, apenas
                                                     (recuerdo alguna
solemnemente contristadora como un lamento;
solemnemente contristadora como el murmullo con que
                                             (las ondas de la laguna
en la alta noche responden, quedas, a las sonoras
                                                    (frases del Viento.
                        Y resonaban en mis oídos
las tristes notas del grave canto que doloroso recuerdo
                                                                  (inspira,
                        como sonidos
                        estremecidos
                        en el cordaje de argéntea lira.

De mi niñez amarga recuerdo, apenas,
que fui meditabundo como un anciano;
que sentí emponzoñarse todas mis venas,
precozmente, del virus del tedio humano.

La voz materna sólo vertió en mi oído
una canción de angustia y desencanto;
cada trémula nota, cada sonido,
era como un vibrante nuncio de llanto.

Lánguido, como acento de un arpa rota
que gime en desolada noche de invierno,
aún viene a mí el murmullo de cada nota
de aquel inolvidable canto materno.

Al regar en el aire del aposento
sus frases de congojas la voz querida,
aunque inocente y limpio, mi pensamiento
se nublaba de obscuro presentimiento,
tal como los cristales del firmamento
se nublan, cuando marcha la Tarde, herida
a expirar en su lecho de oro y argento.

Es que yo adivinaba, siendo un infante,
que intensa y prematura melancolía,
a manera de tierno pájaro errante,
en el nido de mi alma se albergaría.

Lánguido, como acento de un arpa rota,
que gime en desolada noche de invierno,
aún viene a mí el murmullo de cada nota
de aquel inolvidable canto materno. . .

Lo que arrancó a mi pecho gritos de espanto;
lo que llenó de sombras mi fantasía,
fue ver que una mañana mi madre –en tanto
que mi labio de niño se sonreía
a los postreros ritmos de la armonía–
derramaba en silencio gotas de llanto,
como si se acordase de un desencanto
o cual si presintiera que el alma mía
iba a ser lastimada por el Quebranto.


Del libro: Melodías del pasado.


Atras Inicio Adelante



Panam�Poes�a.com
index sitemap advanced
site search by freefind
Movido por Haga clic aqu� para incluir su
               sitio
Visitas a esta página: 8,950
Total de Visitas: 21,813,126
Para comentarios y sugerencias. Pulsa sobre el icono para enviar un correo al administrador del sitio Sugerencias a Francisco Palacios Coronel