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Me casé con la patria de los pobres
en las batallas previas a mi hora
en donde, Capitán de cortas luchas,
condecoré con grillos y con pájaros
el pecho de los hombres despojados
de mieles, de guirnaldas y de cantos.
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Un día disparé contra un tirano.
Allí sellé mi suerte con el barro.
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En él maté la injusta y mala muerte.
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Un día la sangre me llamó clamando:
a la sangre, en mi sangre, di respuesta.
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Publicado en: Estación de la sangre (Poema en dos tiempos).
Premio Miró, 1995.
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