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Ya de mi alma la esperanza se extinguía,
ni sueños ni ilusiones alegraban
la triste soledad del alma mía,
cuando te conocí, Fanny adorada. |
Y el dulce candor de tu mirada,
color verde de cielo o de esmeralda,
fue un destello de luz y de armonía
que iluminó la noche de mi alma. |
Descreído de todo y engañado,
sin fe ya en el amor, por el dolor herido,
iba yo por el mundo ya cansado,
y dudando hasta de Dios y de mí mismo. |
Pero llegaste tú, ángel del cielo
y ante la luz de tus pupilas bellas,
se iluminó de amor el mundo entero;
la negra noche se pobló de estrellas. |
Del libro: Momentos Líricos
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