En estos campos del Istmo que circundan
colinas verdes que del llano brotan
y los cimientos en que bellos flotan
los lirios rojos que en el valle abundan;
Aún toca Pan la flauta seductora,
los mitos y ficciones evocando.
El eco infeliz la voces remedando
Encanta al pueblo que la ciencia ignora.
Y aquí no lejos Favio! de este muro
de las Nereidas en la mar cercana
aún se oye el canto melodioso y puro
que en dulces ritmos de la gruta emana
que su furor detiene el alto muro.
Allí en las fuentes mansas admiradas
que llevan su caudal al mar lejano
oigo a Nereidas y Ninfas jugueteando
levantando en los cauces de la espuma
sus blancos copos transformados en bruma
y escucho la candencia de aguas cristalinas
dó tu imagen, Oh!, Favio se refleja y se empina
al mágico clamor que en soledad me abruma… |