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Se alegran por tu donaire
y tu modito de andar
las avecillas del aire
y los peces de la mar.
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Por las noches en tu lecho
no te acuestes sin rezar,
ni me quites de tu pecho
ni me dejes de adorar.
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Cuando salgas con pollera
el Martes de Carnaval
a las tunas, panameña,
yo te quiero acompañar.
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Niña de los labios rojos
no me causes más agravios,
ni me beses con tus ojos
sino con tus rojos labios.
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Dame, niña, la rosita
del rosal de tus amores
que aunque hieran sus espinas
serán gratos mis dolores.
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Quiero verte en los Maitines
la Noche de Navidad
con pollera de letines
y rosario de coral.
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Cuando mueras, el cabello
te lo voy a recortar
y a la Virgen del Carmelo
se lo habré de regalar.
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Federico Escobar, Panamá 1909.
Publicado en: Nuevos Ritos, Nº 52 de 1 de octubre de 1909.
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