 |
|
|
|
Princesa de la rima castellana,
perdona mi osadía si mi acento
poco avezado a demostrar contento
falla al decirte: Bienvenida, hermana!
|
Bienvenida a mi patria, que se ufana
de estrecharte en sus brazos un momento;
por ti más harmonías lleva el viento
y hay más oro en el sol esta mañana.
|
La natura hace gala de sus gracias:
bajo el azul florecen las acacias;
lanza el turpial sus más vibrantes notas;
|
Y, al agitarse en el bajel tu mano,
sobre el glauco cristal del océano
agitarán sus alas las gaviotas.
|
|
|
|
|
|
|
 |