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Una araña forma nido
en un rincón de mi cuarto;
su tela es nítida y leve
como la flor del naranjo
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Mi hermana quiso matarla,
mas le pedí no le hiciera
ningún daño a la arañita
que sería mi compañera .
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Cuando me voy a la escuela
ella está teje que teje;
y al regreso todavía
no ha terminado sus redes.
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Cuando estoy muy fatigada
y me acuesto en mi camita
me avergüenzo si la araña
con sus ojillos me mira.
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¨¿No te cansas, arañita?
le pregunto con premura;
su respuesta son los hilos
tan blancos como la espuma.
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Trabaja siempre, trabaja
cumpliendo una ley de Dios
sin esperar que la premien
por su preciosa labor…
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Del libro: Parnaso Infantil
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