Ricardo Zarak
(1947)

Obras y Autores
Ricardo Zarak y el discreto encanto de la poesía
(Fragmento)
[…]

Había leído estos poemas y he creído encontrar en ellos el impulso visionario que nos revela aspectos reales y siniestros de nuestro ser y estar en el mundo. “Arma Blanca”, un título que invoca una peligrosidad latente, nos sumerge en un pensamiento susceptible de convertirse en una pila de cosas. Es un título que nos proporciona, con el brillo de la hoja, la capacidad de mirar en medio de la noche. El propio Zarak lo señala en un poema que nos recuerda al Borges de “El Hombre de la Esquina Rosada”:

               La víctima duerme bocarriba.
               En el zaguán de la casa,
               el asesino acecha.

               La noche, tranquila.
               La calle, desierta.
               La navaja, virgen.

Ciertas realidades horribles son expuestas con un vocabulario que explora sus propias posibilidades de autoexpresión; hay poemas que no son una simple arenga, sino una invitación a una participación real y mental, y entonces el poema pone en marcha su poder de seducción, y su bárbara frialdad nos permite el acceso a su naturaleza. El aparente pesimismo de estos poemas no eliminan el inocente y malicioso sentido del humor que tienen. Veamos este poema:

               Me hizo esta promesa, al oído:
               “Te amaré toda la vida”.
               Todavía escucho el zumbido
               de su voz.

               Nunca tomé por ciertas
               sus palabras.
               Sólo le reprocho su osadía.

               Una mentira menor
               Hubiera sido más adecuada.
               “Te quiero mucho”,
               digamos.

Por último, quisiera añadir, que acaso si estas notas muy marginales, recojan el hecho inapreciable de un ritmo y una expresión que dilatan fabulosamente las fuerzas de la imaginación.

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Por César Young Núñez
Publicado en: Revista Lotería. No. 215, enero, 1974. Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1974.