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Metálico cielo de invierno
anuncia el inicio del alba;
el mar, con sus suaves vaivenes,
lo mece en hamaca de plata.
Hay música dulce en el viento
y música alegre en las almas. |
En donde juntan sus labios
mar y cielo, un beso estalla,
rojo intenso; y mil fulgores
se riegan sobre las aguas. |
El cielo se incendia al punto,
nace la luz, tibia y blanca.
hay música alegre en el viento,
la vida despierta y canta. |
¡Alegría de la mañana!
¡alegría de respirar!
¡de estar vivo y de sentir
suaves caricias de mar!
¡Alegría de la mañana!
la gente alborota y salta
sobre los rayos del alba.
Unos corren por la orilla,
otros se hunden en las aguas…
respirando aire salobre,
embriagado de luz blanca,
borracho de mar y cielo,
me tiendo sobre la playa… |
y me hundo en un sueño de siglos,
de olvidos y de distancias… |
Del libro: Momentos Líricos
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