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(A mi Madre)
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Madre! A tu lado estoy! Aquí me tienes!
Vengo a besar tus venerandas sienes,
donde imprimió sus huellas el Dolor.
Vengo a borrar lo que la mano impía
de la Tristeza, marchitara un día,
con mis ardientes ósculos de amor.
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Madre del corazón! Vuelvo a tu seno
para decirte que por ti fui bueno,
que nunca osé tu nombre mancillar;
que siempre tu recuerdo me animaba
en mi áspero camino, y me alentaba
aquella Fe que tú me hiciste amar!
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Madre, a tu lado estoy! Dime que ya eres
la más feliz de todas las mujeres,
que no te volverás a entristecer.
Porque ya tus anhelos se han cumplido,
que la bondad de Dios ha permitido
que al hijo de tu amor vuelvas a ver!
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Oh madre de mis únicos amores
que sabes de los íntimos dolores
que me tienen llagado el corazón:
reclinado en tu casto y tibio seno,
para seguir, oh madre! siendo bueno,
yo quiero que me des tu bendición….!
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Del libro:
Vibraciones.
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