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Señores:
A la luz del asombro
crece el mundo en mis ojos
-nace en oriente
y se pone en occidente-
Qué son dos ojos para tal paisaje?
Qué son cinco sentidos para tanta vida?
Es desesperante lo mucho que se pierde a diario
-nuestro tiempo mortal es como el hoyo en la arena
donde un idiota pretende echar el océano-
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Con una desenfrenada gana salgo diariamente a buscar vida,
a beberla a fondo, aunque no tenga garganta
para ese trago.
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Señores,
por lo anteriormente expuesto
me rebelo contra el poder de convertir el mundo en una bola
que pueda desaparecer en un soplo
como en una función de magia;
no acepto que me tengan como en un film de suspenso
al borde del disparo.
Ordeno que me dejen vivir lo que aguante,
vivir lo que sin medida quepa entre pecho y espalda
hasta que las velas me escolten de dos en fondo.
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Del libro: A manera de protesta.
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