Que un día todos los pechos se incendiaron
que las piedras no eran piedras sino rabia
uniformes escolares
teñidos con un plasma enardecido inigualable
que las calles no eran calles
sino gente desgarrada adolorida impotente
que la bandera no era tela sino carne y huesos
hiel en las paredes miradas punzantes
que Panamá era violada
piel de púber al borde del disparo
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