La luna asomó su rostro
a los espejos de un charco
y le silbaron los grillos
e hicieron burla los sapos…
pero ella siguió serena
reflejándose en el charco.
El agua quieta y oscura
en plata la fue cambiando
y las yerbas de la orilla
en plantel de lirios blancos…
Y se callaron los grillos
y se escondieron los sapos!