otra vez: a.u.q.
Estarás en mi mente
—Dios te salve—
por los siglos de los siglos de mi vida.
Tú te opones a sufrir el cautiverio
de saber que mi vida es tu vida.
Pasarán los minutos —siempre siglos—
y sabrás que la vida ha concluido.
Para entonces ya nada nos separa:
sólo muerte, muerte: extraño (por común),
extraño nido.
El Acto Innecesario
(El poemario presentado fue escrito en 1986, a escasos meses de la muerte de mi padre).
Publicado en: Revista Lotería. No. 365, marzo-abril, 1987. Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1987.