1.
Era una fiesta de gente dislocada.
La música sonaba a toda voz.
Y llegaste. Ahí estaba.
(Se trataba de un conjunto de rock).
Tu llegada coincidió con su llegada.
Y te miró.
¿Por qué demonios —pensarías—
el temor te acapara a tales horas?
Pasó el tiempo y el tiempo se esfumó
entre tantas sombras.
2.
Vive, vive en el recuerdo.
Su esencia llena el vacío de tu vida.
Amigos, compañeros, camaradas,
gente que sufre en esta Tierra,
guardad la esperanza como última moneda.
El Acto Innecesario
(El poemario presentado fue escrito en 1986, a escasos meses de la muerte de mi padre).
Publicado en: Revista Lotería. No. 365, marzo-abril, 1987. Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1987.