Diana Morán, marinera
de las aulas y los versos,
en estos tiempos adversos
conservas el alma entera.
Eres siempre la primera
en defender la alegría,
la paz y la patria; un día
tu ejemplo será seguido
por nuestro pueblo oprimido
y tendrá soberanía.

Diana Morán, capitana
de la amistad y el amor,
en tu sangre está el dolor
de nuestra tierra lejana.
Hoy dice la mejorana,
con mi acento campesino,
que iluminas el camino
con tu verso refulgente,
por ser bella combatiente
de los libros y el destino.

Diana Morán, luchadora,
exiliada de dos mares,
das olvido a tus pesares
por consolar al que llora.
Por eso proclamo ahora,
desde el afecto fraterno,
que eres luz en este infierno
de rencores y tiranos,
porque das con las dos manos
tú corazón, puro y tierno. . .

Diana Morán, camarada
de las letras y la vida,
como una gaviota herida
está nuestra patria amada.
Mas ya no digo más nada,
para no hacerte sufrir;
vamos, Dianita, a reír
con Jorge, Miriam y el viento,
que también está contento
y nos convida a vivir.