Trágica Evocación,
por Benjamín Acevedo Ríos
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Versos dedicados a los hombres que cayeron bajo el
plomo traicionero que vomitaban las siniestras armas
de las repudiables tropas, del mil veces odiado,
general O’ Meara.
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Tras la inmensa serranía
muere el sol aquella tarde,
mientras el “yanqui” cobarde
desangra la Patria mía,
mas la juventud bravía
y de heroico corazón
al ver a la Patria herida,
luchando, ofrenda su vida
A LAS FALDAS DEL ANCON.
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Mirad al noble estudiante
que portando su Bandera
combate la torpe fiera
gritando siempre, ¡adelante!
Pude verle a cada instante
enarbolar el pendón,
fue así como una ocasión
bajo la tarde serena,
vi caer a Arosemena
A LAS FALDAS DEL ANCON.
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Nace la aurora ese día
teñida de sangre istmeña
sangre que moja mi enseña
buscando Soberanía.
El pueblo con valentía
y con santa indignación
encara la situación
dispuesto a sacrificarse,
A LAS FALDAS DEL ANCON.
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Sobre tu sangre caliente
que hoy fertiliza mi suelo,
crecerá el más caro anhelo
de una juventud valiente.
Y el hombre justo y consciente
de nuestra amada Nación
te cantará una canción
de Soberanía total,
en la Zona del Canal
A LAS FALDAS DEL ANCON.
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“Yanqui”, palabra maldita,
sinónimo de amargura,
de dolor y desventura
y de tristeza inaudita.
Vete, gringo, a donde habita
tu raza de destrucción.
Tú significas traición
de los principios humanos;
no mates más mis hermanos
A LAS FALDAS DEL ANCON.
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Por Benjamín Acevedo Ríos
(Minsito Acevedo)
Panamá, 13 de Enero de 1964.
Publicado en: El Día, lunes 20 de enero de 1964.
En la Columna Mayín, a cargo de Mayín Correa.
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