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Invencible y Terror eran dos gallos
que juntos se criaron bajo el ala
de una madre común. En los serrallos
circunvecinos infundían pavura. . . .
¡Tal era su bravura!
No con más rapidez certera bala
corta la vida, que los corvos picos
y afilados y fuertes espolones
de aquellos dos hermanos. Cierto día
sus amos, que eran ricos
y amaban con delirio los doblones,
concertaron reñirlos. . Lucha impía!.
Se cruzaron apuestas. !Dos hermanos
iban por obediencia a sus tiranos
a divertirles con la sangre suya!
Entre la alegre bulla
de mil espectadores, los guerreros,
cambiando una mirada de tristeza,
traban la lucha, se acometen fieros,
se rompen la cabeza,
se desgarran las carnes. . . . Un torrente
de sangre inunda su plumaje bello,
se hacen tiras el cuello,
se despedazan con furor las crestas;
¡O matar o morir a todo trance!
Es necesario que en el duro lance
los señores no pierdan las apuestas!
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Mientras ellos se ahogaban
con la sangre que entrambos derramaban,
los amos muy contentos,
confiando cada cual en su victoria,
se reían que era un gusto y palmoteaban.
dos espectros sangrientos
quedaban nada más. Igual la gloria
fue de los adalides. Ciego el uno
ya no acertaba a herir; el otro echado
sobre el polvo, do está desfallecido,
nada en su sangre, y de los dos ninguno
entona entusiasmado
el cántico triunfal --nadie ha vencido
dicen los amos, sin turbarse el habla. . . .
--Es tabla! –Sí, señor: sin duda, es tabla.
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Al mirarlos salir, del brazo asidos,
ambos muy complacidos,
en plática muy tierna,
a tomar un cognac en la taberna,
yo, con gritos y gestos iracundos,
dije allí mismo: --Proceder villano!
¡Vuestra historia, infelices moribundos
es la historia del pueblo colombiano!
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Del libro: Ensayos Poéticos.
Publicado en: Rodolfo Caicedo y su obra poética, de Nydia Alicia Angeniard.
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