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¿Por qué huyen las horas?
Deben quedarse.
No hay tanta prisa…
¿A qué tantas palabras?
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Hoy como ayer florecerá la mañana,
Pero no mi mañana.
¡Ella murió hace ya tanto tiempo!
¡Quién pudiera cazarla..!
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No quiero palabras
Ni frases bonitas,
Ni gestos…
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¿Para qué? Siempre es mentira
la verdad
que no se dice…
¡Dejadme!
¡Dejadme el tiempo mínimo
para comprender lo que fue sueño:
para perder
toda una vida
en una lágrima…
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Del libro:
Parábola
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