Nació en la ciudad de Panamá, el 13 de enero de 1893. Cursó estudios primarios y secundarios en Panamá, los cuales abandona a los 17 años por motivos económicos.
Como miembro del partido Liberal, participó en la contienda política que dio el triunfo al Dr. Belisario Porras, para la presidencia de la República.
Entre los puestos públicos que desempeñó figuran los de Secretario de la Comandancia de la Policía Nacional en Colón, Jefe de la Sección del Registro de la Propiedad, además de Liquidador y Tesorero de la misma oficina.
En las letras se dio a conocer, en 1914, al publicar unos versos de carácter político en defensa del Dr. Belisario Porras. Su primer libro de poesías aparece en el año 1923, en la popular imprenta de Henry, con el título de “Rimas Sonoras”. Cuando se corona, en el Teatro Nacional, a la poetisa María Olimpia de Obaldía, el 28 de noviembre de 1929, Alaín publica un folleto de 34 páginas, con su poema “Inmortalidad” dedicado a la Alondra Chiricana.
También en 1929, acompañado de Jorge Enrique de Ycaza, publica una colección de sonetos biográficos, con el título de “Guirnalda Lirica”. Diez años después, 1939, publica una biografía del ilustre tabogano, Dr. Benjamín Quintero Álvarez. En 1942, “La Epopeya del segundo canal” poemas dedicados a las principales autoridades de los Estados Unidos y Panamá.
Su poema “Aurea Diadema”, fue premiado en el Concurso Lírico-Literario, organizado por los Estudiantes de la Universidad Nacional, con motivo de la coronación de la Reina Universitaria. El premio consistió en una bella hoja de laurel, modelada en oro de 21 kilates, además, su Majestad LASTENIA I, Reina Universitaria, le concedió el alto honor de coronarla, ciñendo sobre sus sienes la áurea diadema.
En 1950, publica “Canto a la tierra chiricana en el centenario de la fundación de su provincia y otros poemas” y “Poemas galantes”. En 1951, publica “La revolución de mayo en diez jornadas y el ocaso de una dictadura”.
En 1953, publica “La fiesta del agua” poema dedicado a Chitré en el día de la inauguración de su acueducto y “Mármoles” homenaje a los próceres y panameños ilustres desaparecidos, en conmemoración al cincuentenario de nuestra independencia.
Juan Antonio Susto nos dice: “Los panameños recordamos al poeta Alaín, por su exquisito don de gente, su gran cultura y por el derroche de simpatías que prodigaba por doquier”. En la mayoría de sus versos encontramos el alago a los próceres y hombres públicos del istmo, como un reconocimiento que hace el poeta a la memoria de los ilustres panameños.
Elías Alaín falleció en su ciudad natal, el 8 de mayo de 1962.
Reseñas
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Fragmentos de conceptos literarios sobre el autor
Conceptos literarios que sobre el autor emitieron algunos escritores nacionales, relacionados con su primera obra poética “Rimas Sonoras”.
De Santiago Ludovico Benuzzi
(Fragmento)
Elías Alaín Acuña no es un gran poeta ni presume serlo; le basta con ser un POETA, en el sentido amplio, intenso y moderno del vocablo.
Como todo poeta. “nació -al decir de Gaspar Octavio Hernández, -con una canción en los labios y un bandolín de oro en los brazos”; y por ello, consciente de su sagrada misión, canta, en feliz registro de todos los arpegios de su arpa, a la Patria, deidad sacrosanta que impera en todos los corazones altos; al Amor, dios tiránico que preside nuestros destinos desde la cuna al sepulcro; a la Naturaleza, madre generosa de cuyo seno próvido emergimos, -según la bíblica leyenda- y al cual debemos volver en cumplimiento de ley fatal; a la Orgía, en cuya ara de mármol de Paros ofrenda, como brazadas de rosas rojas, eróticos versos, dignos de saborearse en plena madrugada azul, en coro reboliástico de donceles y de rameras, mientras el vino de Chipre bulle en las copas y las flores se agostan bajo el relente…
Con el Maestro Merchán, yo simpatizo “con los vates que toman parte en las luchas que los rodean y celebran o lloran al compás de su lira los asuntos contemporáneos de la sociedad en que viven”; de esta Orden es Alaín, poeta independiente que ya forja de su lira un acero toledano con que arremete catapultantemente en nuestras contiendas políticas, ya un escudo broncíneo que opone a los dardos lanzados a sus amigos, ya un recio fuete con que cruza el rostro de los apóstatas!
[…]
Panamá, mayo de 1922.
Santiago Ludovico Benuzzi
De Ernesto A. Morales
(Fragmento)
El tomo de versos de Alaín, -nuestro gentil portalira popular, -es un haz luminoso de espigas doradas, cortadas en las orillas del Nilo por los sacerdotes de la Belleza; por eso sus versos son simétricos, bien cortados por la hoz de la retórica profana. Los versos de RIMAS SONORAS son un ramo de flores, pero flores exóticas, -allí están, las adelfas negras que producen la melancolía, -los lirios, amarantos, las violetas ruborosas, -las rosas thé del Misticismo, -y los geranios silenciosos que canta Luis de Baviera, -los geranios de los estanques de Bruges…
[…]
El poeta Alaín, demasiado popular aquí, no necesita de interviews, -de juicios críticos extensos ni de muchos análisis. RIMAS SONORAS es la urna de cristal en que él encierra su espíritu, -el que desee conocerlo a fondo, -explorar el piélago de su alma y llegar al fondo de sus sentimientos, -el que quiera vivir la Estética, debe leer sus versos…
En RIMAS SONORAS hay de todo: luz, belleza, perfumes árabes, cristal, cera, y por eso vive el alma de Carrere…
Ernesto A. Morales.
Panamá, febrero de 1924.
De Tomás Alejandro Maytín
En la obra poética de Alaín campean, con facilidad de estilo y con sonoridades de cristalina fontana, desde la epitalámica sonatina, hasta el bélico himno inspirado por la Patria; desde el canto erótico a nuestra señora la Bohemia, hasta el que, a modo del pincel de Velásquez de Silva, reproduce, con maravillosa galanura las sublimes creaciones de la naturaleza.
Ved cómo describe uno de aquellos instantes que, ya pasados, nos sumen, a través del tiempo y la distancia, en infinita melancolía, ya que con ellos se fueron goces inefables, caricias tiernas de la mujer amada y en fin, todo un poema que creyéramos eterno, pero que al ser por siempre interrumpido, tornamos, por querer del Destino, a la acerba realidad, quedando en el alma la más cruel y negra decepción.
Oídle:
Fue en una noche azul… El aura leve
apenas susurraba en el follaje,
y la luna escondida entre un celaje
derramaba su blanca luz de nieve…
……………………………………………
Su “3 de Noviembre” es más que suficiente para acreditar a Alaín como un agraciado de las Musas. Dicho canto constituye el brote de un corazón henchido de acendrado patriotismo.
Recréanos igualmente “Mensaje de Amor”, que es, indudablemente, una de las composiciones de más natural belleza escrita por el inspirado bardo.
Elías Alaín Acuña, poeta de indiscutibles méritos, va, con talento e ingenio, camino del triunfo…
Yo, su amigo y admirador sincero, lo felicito.
Tomás A. Maytín.
Panamá, agosto de 1923.
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