No hay ternura,
la almendra dulce no calma heridas,
esa india fértil llora de pena
como el bunde pagano que hoy se escucha:
“La Virgen está de parto,
lucero del alba, romperá.
Noche de no dormir
lucero del alba, romperá
y si tu amor te pregunta
lucero del alba, romperá.
Romperá, romperá
lucero del alba, romperá”.
Calva recogida entre los muslos
dolor de quien se da a un tenorio cualquiera
marchita la dulce niña,
débil botín de un día,
tiembla cobriza al rasgar tus cascabeles.
Languidece. Romperá.
El cacique ofrece yerbabuena al Dios Guerrero,
mas cuando la iniciación garabatea en la entrega
y el excitado caballero ordeñando a Orfeo
muerde el labio redondo
el embarazo hace eco de las recelosas entrañas.
Sombra de la conquista española
fue un instante apenas
y el danzarín histórico frente
a la variedad de tendencias presenta:
una sola fe
un solo Señor
tamiz de razas. Romperá.
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