En sombras sueltas tras el follaje
pómulo saliente sonrisa en los labios quieta la mirada
niños en la orilla del Atrato se saludan,
torrente de gestos y canciones:
"Chi, chaain dama di K'ugau
Jemk´a, jemk´a, hëubabau K'aarram"
"los niños que van por el patio
juegan, juegan, juega, juega, juegan".
La enramada
señala mujeres redondas de pechos altivos,
buscan el rumor del agua para mecer al hijo,
hermano del maíz, la iguana y el périco.
Allá los ancianos nativos juntando promesas en los corrillos
intactos todavía entre el sentido y el quejido,
escucho
golpeados por el sol de mediodía
incendio de nostalgias son sus suspiros;
era solo ayer que eran dueños
entre la quebrada, el río y el golfo;
hoy una canción nostálgica se oye sobre el viejo despeñadero,
el horizonte se les ha vuelto lágrimas
torrente silencioso latidos perdidos.
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