Yo soy una mujer para tu estar
Para tu amar, para tu despertar
Para tu tocar, para tu mimar
Para mirar el sol y el mar en ti,
Para tu beber, para tu descansar,
Para tu hablar, y para tus silencios.
Yo soy una mujer, la que te leerá
el tarot de sus poemas
La carta mágica de un cuento
Donde eres la razón principal
No importa qué nombre lleves
Para mí prohibido,
Hombre, te quiero en mí, conmigo,
Durmiente, lánguido,
amante, avaricioso y clandestino
Dejándote tocar
Dejándote morder, desear, besar
Trazar las líneas de tu rostro
El rastro de tu risa
El trazo de tu boca en esta boca.
Yo soy una mujer con la que no podrás pecar de
Deslealtad, de olvido
De indiferencia o de ti no me acuerdo
o adiós.
Yo soy una mujer que nunca quiere irse o dejar que te vayas
Yo la mujer que dice hasta mañana.
Yo la mujer para tu amar y para tu llamar.
Llévame al campo un día, tú y yo lejos
Juega a ser mío sin ninguna más.
Juega sin juego, juega limpio,
Que soy yo esa mujer para tu amar.
Si lo haces como debes,
Entonces no penumbras y nunca oscuridad
Piernas al sol se te abrirá el amor
Un rosal se abrirá al bordearlo tu boca
Yo soy esa mujer que no habrá de fallar
Si un día, si un minuto, si tres días
Si un mes, un año o para no acabar.
Gracias hombre que ya eres de mis suaves dominios,
Hombre de cielo claro en los ojos mirándome
Yo soy esa mujer en quien tú estás.
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