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En el bicentenario de la venerada capilla de San Antonio.
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Desde lo alto del otero esmeraldino
la Capilla tiende al Valle su mirada,
y recibe la ovación de la alborada
y se duerme en el arrullo vespertino!
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A lo largo de mi inhóspito camino
del camino de mi vida atormentada,
yo la he visto con el alma enamorada
como un oasis, como un cisne blanco y fino…
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Son dos siglos de existencia noble y pura!
y ella mira, de sus años a la altura;
cómo se hizo gran ciudad la vieja Villa!
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De rodillas le cantaron mis abuelos,
y hoy se mece bajo el palio de los cielos
como un oasis, como un cisne, la Capilla!
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Cali, Colombia, 1947.
Publicado en: Revista Lotería, Nº 77 – Octubre de 1947.
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