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Si no lo hubiera visto, no lo creyera,
es gentil y graciosa la panameña,
pero ella es más alegre, franca y risueña
cuando lucen sus gracias una “pollera”.
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Ondulando en sus manos como bandera
que se apresta orgullosa para el combate
la repliega o la extiende, la alza o la bate,
mientras baila elegante, bella y ligera…!
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Entusiasmo del alma que forma un grito
es el ritmo sonoro del “tamborito”!
Tamborito y Pollera! Dios los ha unido,
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para hacer de esta tierra, bella y hermosa,
la tierra donde canta, sueña y retoza,
y prepara sus flechas el Dios Cupido.
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Publicado en: Revista Lotería, Nº 45 – Febrero de 1945.
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