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Oh Rosa en paroxismo: Renovada
imagen del amor: eterno y breve;
en el cristal de tu contorno leve
brilla en sombras tu risa deshojada.
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Un eco de tu canto es la balada
de la espuma, la lágrima y la nieve;
que en su polen el mundo intacta lleve
tu voz a la raíz desmadejada.
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Cerebro de mujer, pétalo blando;
si atada al desconcierto vas soñando,
¿por qué en la noche tu canción declina?
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Eterna en el capullo de tu esencia,
no eres símbolo frágil; tu presencia
perdura por la gracia de tu espina.
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Publicado en:
Antología general de la poesía panameña (Siglos XIX-XX), de Agustín del Saz.
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