(microcuento en verso)
Un día un niño sintió un dolor no físico que lo hizo llorar y fue donde la abuela -que era curandera- a que le diera un besito
luego de suministrada cuidadosamente la dosis adecuada la abuela lo sentó en sus piernas y acunándolo en sus brazos le preguntó
"¿en qué estabas pensando?"
el niño rompió a reír.