cuando
quieres olvidarte
de tu sombra;
cuando
te tratas de escurrir,
pero la sombra insiste;
cuando buscas
refugio
en la esquina
derecha de tu calle
y de tu alma,
pero el ventrículo
izquierdo te delata.
En fin,
cuando tratas
de pegarte un tiro
en la memoria,
y resulta
que habías ya quedado
sin más tarde vuelvo,
sin regreso a la hora
de la cena,
sin permiso jefe
estoy enfermo,
sin sí amor nos vemos
el domingo,
sin hoy tengo que ir
a donde el prestamista,
sin ya es imposible
así esta vida,
sin me confieso ahora,
sí, ¿y si no me muero? ,
sin compañeros
de lo que se trata
es de organizarnos,
sin no me den ya más palos
coño que yo no sé nada,
sin esos
días grises y lluviosos
que te fueron llegando
como tristes
agujeros en las medias;
en fin, que de resultas,
un día te percatas/vives,
y descubres
que ya te despojaron
de aquellas cosas
cotidianas,
que te jodieron,
que te robaron
hasta aquella, tu
infinita/ humilde
y propia historia.
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