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Ahora la palabra es grito oscuro, por Ramón Oviero
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AHORA la palabra es gris oscuro,
dinamita de voces, rostro mismo.
Ola de fe que surge del abismo
para borrar del hombre el canto impuro.
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Estamos hoy, aquí frente a este muro
de cal, ceniza, vértice y abismo,
–pulsos de sangre, voluntad de sismo,
flujo, venablo ardiente, árbol puro–.
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¡Porque es mejor gritar puesto el acento,
ir labrando las cosas como flechas
en silabeo agudo siempre hiriente,
que sentarse a pintar las bellas fechas,
con nostalgia aburrida de convento,
sin decir los dolores de la gente!
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Del Libro: Aquí sobre esta tierra.
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