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Aquí sobre esta tierra, por Ramón Oviero
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AQUÍ sobre esta tierra y puño a puño
blandid espadas pero no claveles;
firme la voz y mientras tanto fieles
el pulso, el corazón junto al terruño.
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¡Ya no! Ya no diré: celajes, cuño
de aurora, luces de tu frente, mieles
de tu boca. Y aquellas pero infieles
rosas, putas serán no de este puño.
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Me voltearé. Te voltearás y luego,
cercano al codo de tu brazo izquierdo,
verás —¿verás?— pasar gallos de fuego.
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Mas como dije (y digo) y vuelvo y juro,
en altavoz dirás lo que me muerdo
por ser de cal, palabras que procuro.
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Del Libro: Aquí sobre esta tierra.
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