Hay luz de amor entre tus pardos ojos
y miel de Himeto entre tus labios rojos;
por lo bello tu rostro es mi alegría
y esclava de la tuya el alma mía;
Y yo sé que si Scopas te mirara
de su tumba el artista surgiría
bajo el poder de tu belleza rara,
y en blanco y fino mármol de Carrara
tu figura de Diosa esculpiría.
Romeo
Publicado en: El Heraldo del Istmo; Año II, N° 37.