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(Poema en un canto)
Para Ricardo Miró
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Era una noche clara,
noche de luna, hermosa;
y el ambiente del campo despedía
perfumes de jazmines y magnolias.
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El Poeta dormía dulcemente
de un frondoso laurel bajo la sombra:
su lira era la almohada
su lecho la del césped verde-alfombra.
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Junto al lecho velaba casta Musa
blanca, núbil, aérea, vaporosa
é inspiratriz de las hermosas rimas,
Alma Mater de olímpicas estrofas!
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Sobre la frente del dormido bardo
ella posaba su purpúrea boca
y él cantor sonreía, soñando con la Gloria. . . . . . .
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Mas de improviso apareció en el campo,
cortejando a la Envidia, larga tropa
de monstruos espectrales que al Poeta,
empezaron con muecas a hacer mofas.
Y con danzas macabras
la procesión diabólica…
intentaba atraer aquella Musa
del bardo fiel esposa,
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Pero ¡oh sublimidad!. . . La Musa luego
así exclama con voces estentóreas:
¡Monstruos, hijos del mal! Dejad que duerma
el Poeta que sueña con la Gloria. . . . . . . . . . . . . .
¿Queréis que le abandone?- Es imposible!
Jamás!. . . . Yo soy su sombra!
Y ¡ay de vosotros si despierta el bardo
Y fulmina, iracundo, sus estrofas!
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Sordo rumor se siente en el Espacio:
de la Envidia es la cólera
que impotente, rugiendo se desata
por el éter con rudas voces roncas!. . . .
. . . . Es que desaparece aquella turba
en confusión diabólica
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Se oye después orquestación celeste
de músicas eólicas;
y cuando por las puertas del Oriente
su rubicunda faz la Aurora asoma,
el bardo, bajo palio de laureles,
acostado del césped en la alfombra,
despierta al ruido de un cerúleo beso,
de un beso de su Musa vaporosa
y con ella prosigue su camino
a realizar el SUEÑO DE LA GLORIA!
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Panamá, 1906.
Publicado en:
Nuevos Ritos, Nº 2 de 15 de febrero de 1907
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