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Al maestro MARIO VALENZUELA (S. J.)
“Es flaca sobremanera
toda humana previsión,
pues en más de una ocasión
sale lo que no se espera.
MARROQUIN
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Tengo un hondo y amargo sufrimiento,
amarga pena que a mi ser abruma:
de todos los rigores es la suma
y multiplicación de un gran tormento.
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No me aflige ver negro el firmamento,
ni ver airado el mar y sin espuma;
ni que se rompa mi acerada pluma,
ni que le falte a mi garganta acento.
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Ni sufro aún por la mujer ingrata
por quien mi ardiente corazón palpita. . .
Algo grave, más grave me maltrata,
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Quién me obliga sufrir?- Una maldita,
una maldita y destructora rata
que ha destrozado mi única levita.
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Publicado en:
Nuevos Ritos, Nº 60 de 15 de febrero de 1910.
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