Qué dicha;
¡Oh prodigio!
He atrapado cada instante
a tu lado transcurrido,
la memoria
cual cascada de molino
de agua
retrotrae los fugaces
y felices momentos
que contigo he pasado,
gracias a este
maravilloso mecanismo
revivo repetidamente
la felicidad
disfrutada a ratos breves,
por ello prefiero tenerte a veces,
a no tenerte.
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