Cuando ya no exista nada ni nadie,
ni siquiera una tonada,
y se ausente el canto y el poema,
cuando se extingan todas las artes, junto con las aves,
y deje de viajar la imaginación por el vasto infinito,
conspiren cielo y tierra, y desaparezcan,
se fundan bien y mal, y luego se evaporen,
cuando se confundan tristeza y alegría,
y los niños dejen de jugar,
amor y odio se consuman con el día y la noche,
no exista sentido que aprecie las cosas,
cuando no tenga razón, el porque vivir y morir,
entonces yo guardaría una semilla se tu ser Madre,
la haría germinar con el abono de lo que me quede de alma,
y te regaría con la lluvia de mis lágrimas,
para así conservarte por infinita existencia,
¡COMO MI MADRE.
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