Soy Santiagueño;
quiero a mi pueblo.
Por él prometo
ser siempre bueno,
y en mis estudios
ser el primero.
Quizá ya grande
me iré muy lejos,
pero algún día,
yo lo presiento,
volveré alegre
de gloria lleno,
para ofrecerle
con hondo afecto
todos mis triunfos
de santiagueño.
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