 |
|
|
|
___
I
|
No vuelvas nunca
tus ojos bellos,
hacia mis ojos,
niña del cielo;
porque me incendian
esos luceros;
porque me matan
tus ojos tiernos.
Si, osado, en ellos
busco un consuelo,
vuelve tus ojos,
limpios, serenos.
|
II
|
No quiero niña
me miren tiernos,
esos tus ojos,
tus ojos bellos.
Yo estoy muy triste,
casi estoy viejo,
no por los años,
sí por los duelos;
mira, he sufrido
muchos tormentos;
mira, he llorado,
ni sé qué tengo - - -
Amén y mentira
fue todo el premio,
que conquistaron
llanto y lamentos;
yo tuve amigos
y aun creo que tengo;
pero estoy solo,
y ellos, muy lejos:
tuve fortuna
que barrió el viento,
tuve ilusiones
que mató el cierzo.
Y hoy ¿qué me queda?
casi estoy viejo,
no por los años,
sí por los duelos.
¿Qué puedo darte,
si nada tengo?
Angustia inmensa,
llanto y lamentos,
es cuanto abrigo
dentro del pecho.
¿Qué puedo darte?
¿te daré ensueños?
Diérate cantos
si tuviera estro,
diérate dichas,
diérate un cielo;
pero ilusiones,
pero lamentos,
pero ternezas,
no valen medio.
|
III
|
Ya deshojadas
llevo en el seno
las gayas flores
que soñé un tiempo.
Con ellas tuve
loco, sediento,
de hacer guirnaldas
el dulce anhelo.
Y ornar mi frente,
fue el fiel empeño,
buscar la gloria
fue mi ardimiento.
Vano delirio,
falaz anhelo,
que las espinas
crueles me hirieron
de cuantas rosas
puse en mi seno.
Y si en mi frente
coronas tengo,
ay ! son de espinas,
ay ! son tormentos.
|
IV
|
¿Ya lo ves, niña,
la de ojos tiernos?
No vuelvas nunca
tus ojos bellos,
hacia mis ojos
que son de un viejo,
no por los años,
sí por los duelos;
y en tu mirada,
y entre tu pecho,
haz que haya nubes,
haz que haya hielos.
|
1880
Del libro: Ensayos Morales, Políticos y Literarios
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
 |