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Para Alejandro Dutary
(ROMEO)
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Tendida en el lecho estaba
Entre guirnaldas de flores,
Y en su frente se apagaba
El rayo de mis amores.
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Ante la muerta de hinojos
Lloraba con ansia loca,
Sin luz mirando sus ojos
Y sin sonrisa su boca.
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Su boca donde sin calma
De mi pena en el exceso,
Sentí palpitar el alma
Al darle mi último beso.
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Y al verla inmóvil y fría
Tan blanca como los lirios,
Mi llanto ardiente corría
Y titilaban los cirios.
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De pronto sentí el oleaje
De movimiento y de ruido!
No ví más su blanco traje
Y me quedé sin sentido!
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Desde entonces vago errante
Del tiempo sin la noción,
Porque muerta está mi amante
Y muerto mi corazón!
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Revista El Heraldo Del Istmo, No. 14
Publicado el 5 de agosto de 1904
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