Mis manitas están limpias,
mis manitas están suaves
como pétalos de rosas;
las bañé en el agua pura
de la fuente
y quedaron limpiecitas,
limpiecitas y olorosas. . . .
Del Libro: Versos Para Niños y Por Los Caminos
De Un Apostolado
A mis hijos y a todos los niños
de mi patria, con todo mi fervor
de madre y de maestra.