Nació en la ciudad de Panamá, el 11 de abril de 1874. Fueron su padres el
Señor Luciano Soto y la Señora Eva Urrutia. Circunstancias adversas le
negaron la oportunidad de hacer estudios sistemáticos. No obstante, descolló
temprano como poeta y periodista. Tuvo periódico propio: "Don Quijote"
(1899), semanario que dedico espacio a la política y adhirió a la causa de
Cuba.
Dotado de clara inteligencia y elevado numen, comenzaba a descollar en el
campo de las letras, cuando se suscitó en el Congreso de Colombia la
desaprobación del tratado Herran-Hay. Y desde esa fecha no dio tregua a sus
actividades separatistas, que le acarrearon el martirio, que culminó con su
fallecimiento. Murió un año antes de que Panamá entrara en la categoría de
nación libre: Antes de que él pudiera ver convertido en realidad tangible un
sueño que nunca dejó de soñar. Por los acontecimientos que le causaron la
muerte, es considerado el Único Mártir de la emancipación Istmeña y el
primero en hacer brillar la primera chispa de ese acto patriótico.
En efecto, no pudiendo arrancarle la dignidad, le quitaron la vida. Su
victimario, un soldado cobarde y criminal de nombre Pío IV Cortés, le golpeó
brutalmente pocos días después que él, a través de un discurso, había hecho
un llamado patriótico al pueblo panameño. Como consecuencia de la brutal
paliza murió el 22 de febrero de 1902.
Pero el llamado de Soto produjo su efecto, ya que al año siguiente, el pueblo
entero, como un solo hombre, se aprestaba a la conquista de su libertad.
Soto fue un prócer anónimo, una víctima del ideal libertador a quien la
patria en reconocimiento le otorgó el olvido. Fue un patriota valiente y
desinteresado. No supo -ni lo ambicionó nunca- del reconocimiento justo ni de
la recompensa que su actuación merecía. Nobleza de espíritu que debe
perpetuarse en el recuerdo de todo panameño.
La obra de Soto, que cuidó mucho de la forma, denuncia un plausible afán de
perfección. Cuentan - y sus versos lo corroboran - que sintió una grande e
insatisfecha pasión amorosa. Espiritualmente fue un aristócrata, descontento
de nuestra vulgaridad cotidiana, amigo de lo exótico y maravilloso.
León Antonio Soto fue un poeta sensorial afectivo en quien se dan en una
combinación muy particular dos signos esenciales: anhelo de perfección formal
y una carga romántica de potencia explosiva.
Hábil versificador, troqueló la mayoría de sus vivencias poéticas en el
soneto de versos endecasílabos, escogimiento que correspondía a sus ansias de
perfección. "Sublime emperador de la métrica", lo denomina Guillermo Andreve,
su amigo y editor de su única obra en verso publicada, Eclécticas.
En el año 1963, mediante un resuelto Municipal, se crea el Premio Municipal
León A. Soto. Gracias a la intervención del poeta y concejal en ese tiempo,
Álvaro Menéndez Franco, con el objetivo de resaltar la personalidad de
León A. Soto. El premio tenia, inicialmente, una única sección, que era la de
Poesía y se realizaría todos los 28 de noviembre.
Con el siguiente título anunciaba Guillermo Adreve la publicación de la obra
de León Antonio Soto, en su revista El Heraldo del Istmo, en 1905.
Eclécticas
"Este título fue el escogido por León A. Soto,
el amigo ausente, para su primer libro de versos,
cuando en sus sueños de juventud pensó cosa fácil
la publicación de una obra entre nosotros."
"Soto murió joven y dejó su obra incompleta.
Nosotros recogimos piadosamente los fragmentos
de ella que dispersos quedaron, y en breve,
con el mismo título que el soñó, los publicaremos."
"Esta publicación, para mayor facilidad, la
efectuaremos por entregas. Cada una será de
l6 páginas y se repartirá como PRIMA a los suscritores
de esta Revista . La obra constará de
seis entregas, y con la última repartiremos una
bonita cubierta. La primera entrega estará lista
para repartir allá con el 15 de Julio próximo."
El Heraldo del Istmo, Año II. N°. 36
Publicado el 30 de junio de 1905
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