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HAY TRISTEZA EN EL HOGAR
Gallino Lamento
HAY TRISTEZA EN EL HOGAR
POR LA AUSENCIA DEL ABUELO.
LA SAL DE MI DESCONSUELO
LLEVAN LAS AGUAS DEL MAR.
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En la casa de madera
y en el corral sin ganado
la muerte se ha aposentado,
con querencia traicionera.
Una pájara agorera
canta su negro cantar
y un perro se pone a aullar,
con aflicción casi humana:
mientras duerme la sabana
HAY TRISTEZA EN EL HOGAR.
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Donde hubo cedros, macanos,
naranjos, mangos y robles,
nada queda de las nobles
fatigas de sus dos manos.
En inviernos y veranos,
trae la brisa por el cielo
nubes que, como pañuelo,
en íntima despedida,
agita la tierra, herida
POR LA AUSENCIA DEL ABUELO.
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En la casa bendecida
reina la melancolía,
pues quien era luz y guía
díjole adiós a la vida.
La familia, compungida,
se ha cubierto con un velo
de nostalgia; y, en el cielo,
los luceros de la tarde
prenden la lumbre en que arde
LA SAL DE MI DESCONSUELO.
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Por llanuras y quebradas
conducen los manantiales
mi llanto a los arenales
de las islas desoladas.
Y, en las grandes marejadas,
el oleaje, sin cesar,
trae y lleva mi pesar
del coral a las arenas,
porque en su seno mis penas
LLEVAN LAS AGUAS DEL MAR.
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Décimas Chiricanas
Publicado en: Revista Lotería, Nº 352-353,
de Julio-Agosto de 1985
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