|
Déjame soñar un poco todavía
en medio de este invierno en que la lluvia cae.
Déjame dar la mano abierta como un fruto
y déjame olvidar los pecados mezquinos.
|
Olvidar, también, por un momento
las maldades del mundo.
Vivir como si todo fuese un invernadero
de lunas y de trinos.
|
Déjame ansiar los bienes y las obras
del artista jubiloso;
hacer la paz conmigo
en esta mañana intensa.
Olvidar a veces que estamos de paso,
usar nuestro mejor vestido,
el de piel y terciopelo
y practicar la magia.
|
Déjame correr tras los mejores sueños
Vivir intensamente
y hacer espacio todavía
para la bondad y el rezo.
|
Del libro: Imágenes del Tiempo. 1968.
|