El Político y la Familia, por José Franco |
Cuando estaba en el poder
los amigos lo abrumaban
que no podía disfrutar
del sosiego de su casa,
del cariño de sus hijos,
del frescor de la mañana,
de la esposa sus bondades
ni el aire de una ventana.
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Lo seguían las multitudes
de amigos de la campaña,
de la campaña política
que guarda pasiones tantas,
sacrificios, pesadumbres
que terminan en desgracias.
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La desgracia era la pena,
la pena que lo embargaba
que ya fuera del poder
las traiciones lo acechaban
acusándolo de robos
de vilezas y patrañas,
de haber llevado al país
a quedar sin esperanzas.
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Hoy que estuvo de cumpleaños
esperó que lo llamaran
aquellos amigos suyos
que a su lado gobernaban,
que recibieron favores
que le hicieron alabanzas.
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Pero ninguno llegó,
menos recibió llamadas,
solo tuvo su familia
incluyendo unas hermanas
que nunca las ayudó
para que no lo acusaran.
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Del Libro: Fábulas Infantiles
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