Ni nosotros ni nadie gusta de ellos,
ni por aquí ni por allá… ¡Oh pobre América
que has concebido tantos monstruos
que después te devoran
a nombre del amor solemne
o de la libertad hipotecada!
¡Oh Tierra todavía bajo el influjo
de los apócrifos benefactores, businessman, curas,
generales y padres de la patria…
con los brazos abiertos
y una flecha clavada desde el norte!
|